Disfrutar de una segunda residencia en un molino a orillas del río

Los molinos se han utilizado desde el Neolítico, los molinos más antiguos eran de mano y fueron evolucionando con la expansión de la agricultura. Los quisieron hacer más eficaces aplicando como fuerza animales, esclavos y a los penados, hasta que en el siglo I a. C. los romanos empezaron a servirse de los molinos mecánicos para generar energía.

Los clásicos son los molinos de viento y los molinos hidráulicos, que utilizan la fuerza de la corriente para mover directamente una rueda hidráulica o las aspas en el caso del molino eólico. Muchos de estos antiguos molinos han sido rehabilitados para crear un espacio con encanto donde habitar.

Estar cerca de fuentes naturales de agua es beneficioso para la salud y el bienestar de las personas, ya que vivir cerca de un río significa estar rodeado de vegetación y en un entorno natural con menos contaminación por lo que favorecerá nuestra salud. 

Comprar una propiedad en la ribera de un río potencia las actividades deportivas de los miembros de la familia. Desde la pesca deportiva, rutas de senderismo por los alrededores, paseos en canoas o kayak, hasta simplemente pasar una tarde en la orilla del río, bañándose y disfrutando de la naturaleza, es realmente saludable. El contacto con la naturaleza nos permite tener la mente en paz y armonía, y el cuerpo activo durante el día nos permite un reconfortante descanso.

El río tiene además una mágica cualidad de producir sonido, el cual, de acuerdo a diversos terapeutas, posee un efecto tranquilizante y sanativo. Según éstos, estar cerca de fuentes de agua, como los ríos, facilita la conexión con nuestro sentidos y con la naturaleza, lo que en sí mismo es una experiencia que facilita el descanso y la relajación. 

Esta vivienda tiene además características únicas. Su entorno de abundante vegetación y al lado del río, cuyo cauce pasa bajo la propia construcción, los detalles de la edificación que conserva elementos rústicos - suelos de barro, vigas de madera vistas – pero rehabilitado con materiales de alta calidad, hacen de esta propiedad una joya en medio de la naturaleza.

Poder descansar en un molino rehabilitado, rodeado de verde y escuchando el río que pasa por debajo de tu propia casa, es un lujo, así como disfrutar del aire puro, espacios amplios, rodearnos de naturaleza, y la serenidad y la compañía de nuestra familia y amigos. Y todo ello a sólo 20 minutos de La Coruña.

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